Prólogo. La importancia de la Guerra del Peloponeso.
ΘΟΥΚΥΔΙΔΟΥ
ΙΣΤΟΡΙΩΝ Α
Θουκυδίδης Ἀθηναῖος ξυνέγραψε τὸν πόλεμον τῶν Πελοποννησίων καὶ Ἀθηναίων, ὡς ἐπολέμησαν πρὸς ἀλλήλους,
ἀρξάμενος εὐθὺς καθισταμένου καὶ ἐλπίσας μέγαν τε
ἔσεσθαι καὶ ἀξιολογώτατον τῶν προγεγενημένων, τεκμαιρόμενος
ὅτι ἀκμάζοντές τε ἦσαν ἐς αὐτὸν ἀμφότεροι παρασκευῇ τῇ πάσῃ
καὶ τὸ ἄλλο Ἑλληνικὸν ὁρῶν ξυνιστάμενον πρὸς
ἑκατέρους, τὸ μὲν εὐθύς, τὸ
δὲ καὶ διανοούμενον. [2] κίνησις γὰρ αὕτη
μεγίστη δὴ τοῖς Ἕλλησιν ἐγένετο καὶ
μέρει τινὶ τῶν βαρβάρων, ὡς
δὲ εἰπεῖν καὶ ἐπὶ πλεῖστον
ἀνθρώπων. τὰ γὰρ πρὸ αὐτῶν
καὶ τὰ ἔτι παλαίτερα σαφῶς
μὲν εὑρεῖν διὰ χρόνου πλῆθος
ἀδύνατον ἦν, ἐκ δὲ τεκμηρίων
ὧν ἐπὶ μακρότατον σκοποῦντί μοι πιστεῦσαι
ξυμβαίνει οὐ μεγάλα νομίζω γενέσθαι οὔτε κατὰ τοὺς πολέμους οὔτε ἐς
τὰ ἄλλα.
de Tucídides
Investigaciones,
Libro A
Tucídides
de Atenas1 escribió la historia de la guerra
entre los peloponesios y los atenienses2, relatando cómo se desarrollaron sus hostilidades3,
y se puso a ello4 tan pronto como se declaró, porque
pensaba que iba a ser importante y más memorable que las anteriores5. Basaba su
conjetura en el hecho de que ambos pueblos la emprendían en su mejor momento gracias a sus recursos de todo tipo6, y en que veía que los restantes
griegos, unos de inmediato y otros disponiéndose a ello, se alineaban en uno u otro bando. [2] Esta fue, en efecto, la
mayor conmoción7 que haya afectado a los
griegos y a buena parte de los
bárbaros8; alcanzó, por así decirlo, a casi toda la humanidad9. Pues los acontecimientos anteriores, y los todavía más antiguos10, era imposible, ciertamente, conocerlos con precisión a causa de la distancia del tiempo; pero por los indicios a los que puedo dar crédito cuando indago lo más lejos posible, no creo que ocurriera nada importante ni en lo referente a las guerras ni en lo demás.
1 Θουκυδίδης ὁ ᾿Αθηναῖος συνεγράψατο Eust. 1501, 28 • 1-2 Θουκυδίδης - ᾿Αθηναίων Plut. De exilio 605 C (Pat.-Pohl.-Siev.), [Demetr.] De eloc. 44 (Rad.), schol. Aristoph. Pac. 212 (Dübner) | Θουκυδίδης - ἐπολέμησαν ἑκάτεροι Anon. De fig. Rhet. Gr. III 120, 17 (Sp.) 1-p. 26, 5 Θουκυδίδης - ἄλλα Dion. Hal. Thuc. iud. 857-58 (Pavano). 1-p. 26, 15 Θουκυδίδης - ἀνίσταντο Dion. Hal. De comp. verb. 162-65 (Us.-Rad.) • 2-3 ὡς - συνισταμένου Lucian. Hist. conscr. 15 (Kilburn) • 4-5 ὅτι - αὐτόν Ael. Dion. η 2 (Erbse) • 7-8 κίνησις - δὴ μεγίστη schol. Aristoph. Ach. 1 (Dübner) | κίνησις - ἐγένετο Alex. De fig. Rhet. Gr. III 32, 23 (Sp.), Priscian. XVIII 172 (Hertz) • 7-p. 26, 1 κίνησις - ἀνθρώ- πων Anon. Vita 8 • 8 καὶ μέρει τινὶ τῶν βαρβάρων schol. Thuc. II 7, 1 (Hude).
TITULUS: Θουκυδίδου ἱστοριῶν α (G) Ud: Θ. συγγραφῆς α ABE: Θ. συγγραφῆς πρῶτον F: Θ. α M²: om. C⁴ • 5 ἦσαν 4 FG⁴, Ael. Dion.: ἦσαν ABC⁴GM², Dion. Hal.: ησαν Ε • 6 πρὸς ἑκατέρους ABEGM², Dion. Hal.: om. C⁴ F • 7 post κίνησις add. τε Η² • 8 μεγίστη δὴ ABEGM², Dion. Hal. 164, Alex., Priscian.: δὴ μεγίστη C⁴ F, Dion. Hal. 857, Anon. Vita, schol. Aristoph.
1.5 τὰ γὰρ–ἄλλα Greg. Cor. Ad Hermog. Rhet. Gr. VII 1143, 19 (Walz) • 1-12 τὰ γὰρ - γῆν φυί Dion. Hal. Tuc. iud. 871-72 (Pavano) • 3-4 ἐκ δὲ – ξυμβαίνει Hermog. Meth. 417, 9 (Rabe) • 3-5 ἐκ δὲ – γενέσθαι Dion. Hal. Ars rhet. 412 (Us.-Rad.) • 5-6 φαίνεται – οἰκουμένη Dion. Hal. De Thuc. propr. 808 (Us.-Rad.) • 8-9 βιαζόμενοι – πλειόνων schol. Aristid. III 43, 34 (Dind.) • 9-10 τῆς γὰρ - ἀλλήλοις Dion. Hal. De Thuc. propr. 797 (Us.-Rad.) • 9-15 τῆς γὰρ – ἀνίσταντο Dion. Hal. De Thuc. propr. 805 (Us.-Rad.) • 9-10 οὐδ᾽ ἐπιμιγνύντες ἀλλήλοις Alex. De fig. Rhet. Gr. III 34, 19 (Sp.); οὐκ ἐπιμιγνύντες ἀλλήλοις Zonae. De fig. Rhet. Gr. III 168, 12 (Sp.); οὐκέτι μιγνύντες ἀλλήλοις Anon. De fig. Rhet. Gr. III 184, 19 (Sp.) • 11 νεμόμενοί — &rrotitiv Lex. Vind. 13, 20 (Nauck) | νέμεσϑαι Phot. s. v. (Naber) | περιουσία Hesych. s, v. (Schm) • 13 ἀτειχίστων ὄντων schol. Thuc. I 5, 1 (Hude).
2 πρὸ αὐτῶν suspectum: Tpoĩkā Herbst, Philologus, 38, 1879, 538, alii alia • 3 ἀδύνατα ABEF(ut vid.) M², Dion. Hal. 164: ἀδύνατον C⁴GF², Dion. Hal. 858 et 871, Greg. Cor. • 6 γὰ BC⁴EFG NP, Dion. Hal.: μὲν A • 11 ἑαυτῶν PePf aliique recc., schol. Θ et P, Dion. Hal. 164 et 805, Lex. Vind.: αὑτῶν FM², Dion. Hal. 872: αὐτῶν ABC⁴EG • 14 ἡγούμεν]οι inc. Π³² fr. a | πανταχοῦ ἂν ἡγούμενοι codd., Dion. Hal.: ἡγούμενοι πανταχοῦ ἂν Π³² (ut vid.) • 15 ἀπανίσταντο ABC⁴EFG: ἀνίσταντο Μ² Π³², Dion. Hal.
- El historiador no se dirige exclusivamente a sus conciudadanos (cf. pasajes como II 19, 2; 34, 7; VIII 67, 2, con explicaciones superfluas para un ateniense), sino que piensa en un público amplio y en la posteridad. Por eso da su nombre unido al nombre de su ciudad, como habían hecho Hecateo (cf. F. JACOBY, Die Fragmente der griechischen Historiker [FGrHist], Berlín-Leiden, 1923. . ., 1, F 1) y Heródoto (I, Proemio) en una línea de afirmación de la personalidad que se inició con la lírica. Sin embargo, cuando habla de sí mismo como estratego ateniense (cf. infra, IV 104, 4) se cita con el nombre con el que se le conocía oficialmente en Atenas: Tucídides de Óloro (Thoukydídēs Olórou).
- Esta guerra del 431-404 supuso la culminación de la oposición entre Atenas y Esparta.
- Es la historia de cómo evolucionó la guerra y de la política relacionada con ella. No se trata de una historia general de la época y otros aspectos pasan a segundo plano. El objetivo de la investigación tucididea es la guerra en sí misma en sus diversas fases y con todas sus causas, implicaciones y consecuencias, y no es la guerra en su aspecto superficial —aunque es un magnífico observador y narrador de los hechos bélicos—, sino que se interesa de forma especial por su trasfondo, sus raíces y derivaciones; le importan las causas profundas y los motivos que se esgrimieron, así como las consecuencias morales que provocó. Y todo ello sabe mirarlo con ojo clínico. Una guerra para un historiador imbuido del método hipocrático era como una enfermedad. Así como en el estado normal de salud no pueden observarse las anomalías fisiológicas, del mismo modo en las épocas de paz no se patentizan los desarreglos y alteraciones del organismo social. Igual que el médico estudia la salud y sus características mediante la observación de cuerpos enfermos, el historiador y el sociólogo pueden entender mejor las leyes que rigen la comunidad humana mediante el análisis de las guerras, las épocas críticas en las que se pone de manifiesto el trasfondo de la salud de los pueblos. Quedan entonces al descubierto todas las alteraciones y las tendencias elementales de la sociedad, el fenómeno del poder, el derecho y la fuerza, la ambición política, etc. Todas esas cuestiones constituyen el centro del interés de la Historia de Tucídides (cf. sobre ello el libro de J. ALSINA, Tucídides: Historia, ética y política, Madrid, 1981). El tema, pues, está perfectamente delimitado desde el principio: «la guerra entre los peloponesios y los atenienses». No es una historia «cultural» de su tiempo, y en función de esto se explican algunos «silencios» del historiador; se ciñe a unos hechos militares y políticos concretos: la guerra y sus causas profundas, los móviles que la desencadenaron, las fuerzas, leyes e ideas subyacentes, su evolución y el papel de los políticos y de los pueblos. . . En resumen, un objetivo restringido, y vasto a la vez, dentro de cuyos límites Tucídides aspira a lograr un ktêma es aieí, es decir, una «adquisición para siempre» (cf. infra, I 22, 4).
- Su preocupación por narrar la guerra comenzó con la guerra misma, y su genio lo llevó a analizar con extraordinaria profundidad los sucesos contemporáneos. Desde el principio de la guerra, comenzó, por tanto, a reunir y preparar los materiales de su Historia.
- En comparación con el pasado remoto, al que se refiere la Arqueología, y con el pasado reciente y actuante de la Pentecontecia, Tucídides analiza su época y la guerra que le ha tocado vivir; ello le lleva a una afirmación de la importancia y superioridad del presente y a minimizar, en relación con la Guerra del Peloponeso, todas las anteriores, la de Troya inclusive.
- Y del mismo modo que sitúa su guerra frente a las que la precedieron, él mismo pretende distanciarse de sus predecesores; su obra quiere ser distinta en concepción y métodos y, a lo largo de sus páginas, encontramos frecuentes pruebas de su voluntad de novedad y singularidad. Su obra, en consonancia con su época, ha de ser borrón y cuenta nueva respecto a concepciones y a métodos anteriores, en relación con Homero, con los logógrafos y con Heródoto, y, junto a esta pretensión de novedad y singularidad, se evidencia, asimismo, la voluntad de permanencia de una obra concebida como «adquisición para siempre», como lección y ejemplo para generaciones futuras y con el mismo afán de utilidad en que se inspiran las observaciones clínicas de un médico (cf. infra, II 48, 3). Estas aspiraciones tucidídeas se evidencian a lo largo de una obra tan densa y ardua como atractiva, una obra en la que se reflejan una inteligencia que constantemente relaciona, un pensamiento profundamente analítico y un espíritu apasionado, un intelectual y un artista, una obra llena de tensiones y contrastes donde tan pronto sobresale la época y el ambiente y su formación sofística como la original personalidad del historiador, donde unas veces prima lo racional y otras lo irracional y lo trágico; donde coexiste el científico, su afán de precisión, concisión y su espíritu antitético, con el poeta que quiere atraer la atención sobre la grandiosa y trágica aventura de su patria, sobre una guerra que considera más memorable que las anteriores. Todo ello se refleja perfectamente en su léxico y en su estilo, en los que se conjugan asimismo las influencias de una época y los rasgos únicos de una extraordinaria individualidad, tal como se revela a quien lo lee sin precipitación. Cf. infra, I 19, y 118, 2.
- Kínēsis. Sobre este término, cf. H. PATZER, reseña de F. BIZER, Untersuchungen zur Archäologie des Thukydides, tesis, 1937, Gnomon 16 (1940), 350; N. G. L. HAMMOND, «The arrangement of the thought in the proem and in other parts of Thucydides I», The Classical Quarterly 11 (1952), pág. 132.
- Los griegos utilizaban el término bárbaros para designar al extranjero que no pertenecía a su estirpe, mientras que xénos servía para indicar al extranjero griego (cf. HERÓDOTO, II 160, 4), que era ciudadano de una pólis distinta a la propia. Los espartanos, sin embargo, no hacían distinción alguna (cf. HERÓDOTO, IX 11, 2; 53, 2; 55, 2). Bárbaros es una forma onomatopéyica indoeuropea para designar a una persona que tiene dificultad para hablar una lengua, que hace «bar-bar» al hablar (piénsese, por ejemplo, en la raíz sánscrita barbara para significar «tartamudear»); y de ahí la idea de «extranjero». Cf. J. POKORNY, Indogermanisches etymologisches Wörterbuch I, Berna-Berlín, 1959, págs. 91 ss.
- Muchos pueblos no griegos, como los epirotas, tracios, macedonios, sículos y, en cierta medida, los persas, se vieron implicados en la contienda. Si la guerra arquidámica (431-421) fue esencialmente griega, después de la Paz de Nicias los horizontes se ampliaron. Cf. A. W. GOMME, A historical commentary on Thucydides I, Oxford, 1945, pág. 91.
- Pasaje de dudosa interpretación. Se ha discutido mucho sobre el sentido de «los acontecimientos anteriores, y los todavía más antiguos». Para Stahl, lo primero se refería a la época entre la Guerra de Troya y las Guerras Médicas, y lo segundo a los lejanos tiempos anteriores a Troya. Schadewaldt piensa que «los acontecimientos anteriores» (tà prò autôn) se refieren a las Guerras Médicas y «los todavía más antiguos» (tà éti palaítera), a la Guerra de Troya. Según Classen, en lo primero habría una alusión a los sucesos inmediatamente anteriores a la Guerra del Peloponeso a partir de las Guerras Médicas, y en lo segundo, a los acontecimientos anteriores al enfrentamiento con Persia. Pero resulta chocante que la dificultad señalada por Tucídides para llegar a un conocimiento preciso pueda referirse a los cercanos hechos de la Pentecontecia (años 479-432; cf. infra, I 89-118), de los que no debían de faltar los testimonios. El mismo Tucídides —en I 97, 2— dice que ha estudiado este período de forma más amplia y precisa que Helánico. También se contaba con el testimonio de Heródoto para las Guerras Médicas. Parece, pues, más verosímil que, cuando Tucídides habla de dificultades para conocer los hechos con precisión, piense sobre todo en la historia más antigua, a la que se aproxima mediante indicios menos seguros.
El texto en griego
Aparato crítico
G. B. Alberti, Thucydidis Historiae Vol. 1, Libri 1-2, Istituto Poligrafico dello Stato, 1972.
Traducción al español y notas del traductor
Torres Esbarranch, Juan José, ed. and trans. Tucídides. Historia de la guerra del Peloponeso. Libros I-II. Madrid: Gredos, 1990.
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